Hola a tod@s,
esta semana voy a comenzar un tema que seguiré durante varios posts, se trata “de cómo cuidar nuestro cuerpo desde dentro para que se note por fuera”.

Así que en esta primera parte de “Puesta a Punto” comenzaré hablando de ORDEN.
Antes de seguir dietas, hacer ejercicio, tratamientos o consumir productos adelgazantes es necesario parase a pensar por un lado: qué rutina diaria tenemos, qué dieta seguimos, cuánto ejercicio hacemos, y por otro, cuáles son nuestros objetivos físicos y qué debemos cambiar en nuestra rutina, dieta y ejercicio para que funcionen.
Si es necesario acudir a un nutricionista que nos guíe en una buena dieta y a un profesional del tipo de actividad física que hayas decidido hacer. Pues lo primordial no es el objetivo en sí, es decir “lucir palmito”, sino encontrar unos hábitos de vida saludables que nos hagan ser tan bellos por fuera como por dentro.
Una vez analizada nuestra situación actual y ver como podemos cambiar, “hay que ser realistas” es decir, saber qué objetivos llegaremos a cumplir y cuáles no, de qué tiempo disponemos diariamente para dedicarnos a nosotros mismos. De nada nos sirve marcarnos objetivos que sepamos que no podremos seguir: como dietas muy estrictas, sesiones largas de entrenamiento o que no estén adaptadas a nuestra condición física.
De esta forma, podremos establecer una rutina diaria y semanal positiva en la que vayamos cumpliendo objetivos, y motivándonos con las mejoras conseguidas de forma gradual.
Debemos tener en cuenta dos puntos muy importantes para ponernos en marcha en la llamada operación bikini:
“La comida no es un enemigo”.
Si alimentamos nuestro cuerpo de forma inteligente y sana, aportándole lo que necesita cada día, no sólo estaremos más “delgados” sino que estaremos “más en forma” y sobre todo ganaremos “salud”.
“Tener un cuerpo saludable es lo mas preciado que tenemos”.
Si nos aceptamos, valorando nuestras virtudes y considerando nuestros aspectos a mejorar, conseguiremos ser la “mejor versión de nosotros mismos”. Mirarse al espejo cada día, sintiéndose “guap@ desde dentro” y sonreírse a uno mismo, es la mejor de las premisas para que tu cuerpo y tu mente trabajen con mimo y vitalidad hacia donde queramos llegar, no sólo con nuestro físico, sino también con nuestros objetivos profesionales y personales.
Por último, establecer una dieta y una rutina de entrenamiento y descanso realista e intentar ser constantes, sin llegar a la obsesión. Es decir, darle tiempo al ocio y a los antojos sin sentirnos culpables por ello, pues es mejor una onza de chocolate o una copa de vino con los amigos, que los excesos que se pueden dar por una estricto control (lo que lleva a provocar “efectos rebote”).
El motor de nuestra vida “somos nosotros mismos”,así que hagamos “una puesta a punto” inteligente, la prisa no ayuda en ningún proceso. Os invito a reflexionar, a marcaros objetivos saludables y a seguir estos sencillos pasos, anotarlos, ponerlos en la agenda o en el panel de cocina… y llevar a cabo vuestro plan diario-semanal, con optimismo. Pues sí es posible “conseguir un buen físico” si “conseguimos unos buenos hábitos”.
Fotografía realizada por Olga Ganser
besos!