Hola a tod@s!
Con motivo del 14 de Febrero, os invito a reflexionar conmigo, sobre “el amor”.
Pero no el del día de San Valentín, sino en el de todos los días, ese del que a veces nos olvidamos, el que no tiene significado comercial y que nos es imprescindible para vivir y entender en qué consiste.
Hay diferentes formas de amar y todas ellas muy necesarias, lo importante aquí es no perder la “disciplina” de amarnos cada día a nosotros mismos y a los demás.



Para mí esta es la técnica básica de la vida, así como un bailarín entrena a diario su cuerpo y mente, al mismo tiempo que aprende a escuchar la música y a bailar en grupo o en pareja, nosotr@s deberíamos entrenar cada día el querernos, el sentir amor por lo que hacemos o trabajamos.
La escucha de las pequeñas cosas que nos regalan los días, practicar el empatizar con los demás, dedicarle tiempo a esas personas que le ponen color a los días, a aquellas que nos cuidan, a la familia que nos toca y a la que elegimos.
La escucha de las pequeñas cosas que nos regalan los días, practicar el empatizar con los demás, dedicarle tiempo a esas personas que le ponen color a los días, a aquellas que nos cuidan, a la familia que nos toca y a la que elegimos.



Cada vez la rutina le gana más terreno al poder valorar y disfrutar de todo esto tanto en calidad, como en presencia y tiempo. Estamos perdiendo la costumbre de abrazar y de disfrutar lo que provoca… esa sensación de descarga emocional, de gratitud, de paz, alegría, consuelo, descanso…
Por eso hoy os digo… “bailemos y abracemos”. Hagamos que cada mañana sea un 14 de febrero en el que celebremos “la vida”.
BESOS!